Nosotros

CENTRO DE DÍA “ALEGRÍA” nace en abril de 1994 con el fin de brindar a la persona con discapacidad severa un espacio que atienda a todas sus necesidades y promueva el despliegue de sus posibilidades, contenido en un marco de afectividad y rico en oportunidades de participación. Orienta sus servicios a la atención de jóvenes y adultos con daño neurológico severo.

Nuestra misión

Es la de brindar un servicio que valore a la persona con discapacidad desde sus singularidades. Un espacio que atienda a la satisfacción de sus nece-sidades y desarrollo de sus potencialidades para el despliegue de su funcionamiento en la interacción con su entorno.

Nuestra visión

Es la de sostener un servicio que garantice la calidad de vida y la inclusión social de nuestros concurrentes y sus familias.

¿Cómo miramos a la persona con discapacidad severa?

Cuando se habla de la persona con discapacidad severa generalmente se hace hincapié en sus limitaciones, en lo que no hace, en lo que no sabe, en lo que no dice, en sus graves problemas de salud, determinadas por aquellas marcas derivadas de la certeza de un diagnóstico y pronóstico médico. Nuestro Centro de día propone una filosofía de trabajo que trascienda estas limitaciones, que crea en las posibilidades de la persona con discapacidad severa, que apunte a desvanecer aquellas etiquetas que le impiden “ser”, motivando a cada concurrente a ser partícipe de su propia vida. En el desafío cotidiano de descubrir sus intereses, necesidades y posibilidades singulares se requiere de una “escucha sensible”, que le ofrez-ca a la persona con discapacidad severa abrirse a la receptividad y expresividad, al intercambio, a la COMUNICACIÓN. La significación de sus producciones corporales a partir de una relación basada en el afecto y el respeto, le ofrecerá la posibilidad de experi-mentar situaciones placenteras y descubrirse, incrementando así su interés, su deseo por participar en actividades que lo inviten a vivir nue-vas emociones.

Nuestro origen

Relatar la historia de Alegría significa partir de la vivencia profunda experimentada durante 13 años, de ser padres de una personita muy especial "Tony" (Antonio Andrés).
Con la llegada de nuestro cuarto hijo, Dios nos regala una sorpresa para la cual ya nos estaba preparando. Al nacer Tony, sufre una grave hipoxia que define una parálisis cerebral severa, con un pronóstico de vida muy poco alentador. Allí comienza nuestro aprendizaje como padres especiales y su rehabilitación. El compartir con otros padres que vivían situaciones similares con sus hijos, nos hizo pensar en la necesidad de un lugar especial para ellos con el objetivo de brindar todos los servicios que necesita una persona especial y también dar apoyo a sus familiares.

tony

En 1994 surge la posibilidad de crear para Tony y otros niños como él, un espacio de contención y atención integral; y el 4 de Abril de ese año, Alegría inicia sus actividades con dos concurrentes: Tony y Lorena Oliva. Al momento de poner nombre al emprendimiento, surgen muchas alternativas, ideas, sugerencias, pero ?Alegría? sobresale de inmediato con mucha fuerza ya que; expresa lo que estos hijos especiales brindan cuando se los acepta como son y lo que nosotros podemos brindarles con amor y dedicación.   
Desde sus orígenes, la idea de este emprendimiento fue familiarmente asumida como la manera de cumplir la voluntad de Dios manifestada a través de Tony. A raíz de mi experiencia como madre compartiendo 10 años de tratamientos y mi formación profesional como psicopedagoga, asumo la conducción de este emprendimiento que con la inclusión de un niño por cada uno de los primeros meses, termina el año con 9 concurrentes.
El 21 de septiembre de 1995, Alegría logró la Personería Jurídica, constituyéndose en Asociación Civil sin fines de lucro. Esto significó seguridad en la continuidad de la tarea comenzada. Y este segundo año finalizó con 17 concurrentes.
La familia de Alegría seguía creciendo y junto a los menores y adolescentes, se fueron incorporando profesionales y se aumentaron tres salas más. A medida que aumentaban los niños, fue aumentado también el desafío de mejorar el servicio, de ampliar y capacitar a los profesionales actuantes, de adecuar el material de uso diario, material didáctico, etc. El grupo humano que se acercó a Alegría y que trabaja con nosotros siempre se destacó por su vocación, responsabilidad y deseos de crecer profesionalmente actuando con mucha iniciativa y creatividad.
Por las características de nuestra Institución y de acuerdo a los servicios que pretendíamos brindar, el desafío fue asumido por todo el personal ya que no teníamos modelos locales de donde aprender.
Pero el domingo 8 de septiembre de 1996 Dios llamó a Tony a su lado, su misión estaba cumplida; fue bálsamo de amor para su familia y benefactor para sus amigos. Fue y es un dulce ángel para los que lo conocieron y continúa siendo el protector y motor espiritual para Alegría.
A partir de 1997 mi dedicación se abocó a consolidar el camino recorrido, a buscar apoyos externos que nos permitieran satisfacer la creciente demanda, a ampliar la variedad y calidad de servicios, a posibilitar la capacitación y especialización de los profesionales, etc.
La demanda de ingreso fue aumentando y debimos ampliar el espacio físico para mantener la calidad del servicio; además se planteo la necesidad de pensar en la casa propia.
Alegría comenzó a participar en congresos y encuentros del área de discapacidad y a presentar proyectos para subsidios; sus actividades fueron haciéndose conocer en el medio.
Con gran esfuerzo por parte de toda la Institución para cumplimentar los requisitos exigidos, el 14 de julio de 1997, Alegría obtuvo la acreditación de PAMI para ser prestador del servicio de Centro de Día, para sus afiliados.
Esto significó un importante reconocimiento a la calidad del servicio brindado y por lo tanto un fuerte estímulo para su crecimiento.
El 26 de diciembre de 1997, la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Ley 24.452 (Ley de Cheques), aprobó el proyecto presentado por Alegría y otorgó el subsidio para la compra y refacción del Centro de Día.
Se realizaron las adaptaciones en el edificio y el 14 de septiembre de 1998, celebramos la inauguración de la casa propia.
El año 2000 se inició con las dos plantas habilitadas y con 48 concurrentes; y ese abril comenzó sus actividades el Centro de Estimulación Temprana, un nuevo servicio fundamental para asegurar una mejor calidad de vida en las personas con discapacidad.
Otro importante logro se concretó el 3 de Septiembre de 2001 cuando obtuvimos el Certificado de Inscripción en el Registro Nacional de Prestadores, con el cual acreditamos nuestra categorización con validez para todas las obras sociales.
Desde nuestros inicios Alegría continúa su trayectoria contando con el trabajo y el apoyo de un importante número de profesionales de las diferentes áreas que con su vocación de servicio y profesionalidad, jerarquizan la atención a las personas con discapacidad severa.
Hay un trabajo permanente hacia la optimización de la gestión institucional para reflejar en su diario accionar la misión y objetivos de la Asociación. La apertura hacia la comunidad no sólo se orienta hacia la integración al medio de las personas con discapacidades, sino que también facilita la capacitación de profesionales en la atención específica que ella requiere, y promueve la concientización social de los derechos que les corresponden.
Nuestra experiencia nos llena de gratitud a Dios y nos mueve a renovar esfuerzos para avanzar en la meta que nos propusimos, poniendo siempre nuestra mirada en ellos, nuestros concurrentes que merecen una mejor calidad de vida.

Nuestra propuesta de trabajo

Nuestra propuesta está basada en la intención de ofrecer a nuestros concurrentes un abordaje integral que atienda a sus necesidades especí-ficas y promueva el desarrollo de sus habilidades. El alto grado de dependencia, característica predominante de nuestra población, implica el uso de apoyos permanentes y generalizados, en relación a recursos, métodos, materiales y servicios especiales. Por lo tanto, el trabajo consiste en determinar cuáles son las necesidades y fortalezas de cada concurrente para diseñar las actuaciones específicas y los medios personales e instrumentales para una intervención opor-tuna. La creación de espacios enriquecidos en oportunidades de participación favorece la independencia de la persona y su inclusión al medio familiar y a la comunidad. El centro de día habilita al despliegue del FUNCIONAMIENTO de cada concurrente a través su participación en diferentes áreas: COMUNICACIÓN: Comprensión. Expresión-Interacción social. Sistema de comunicación. Características socio-afectivas. ACTIVIDADES: Actividades de la vida diaria (Alimentación, Aseo Personal, Vestido-desvestido, Uso del baño, Movilidad, Tiempo libre y ocio), Actividades recreativas y de integración a la comunidad, Actividades de producción, Actividades de expresión y deporte, Actividades de apoyo, contención y orientación familiar, Equipamiento Ortésico, elementos externos y/o adaptaciones. Como así también se brindan actividades terapéuticas individuales según prescripción del médico fisiatra y se recepta aquella información médica a considerar durante el abordaje. INFORMACIÓN MÉDICA: Diagnóstico Médico. Indicación de ortesis y silla de ruedas. Cirugías. Controles y estudios médicos actualizados y pendientes. Medicación Neurológica y/o Psiquiátrica actual. Enfermedades recurrentes. Dietas Nutricionales. Alergias. Esta modalidad de trabajo tiene como finalidad descubrir las competencias de cada concurrente durante actividades significativas para él, según intereses, edad cronológica, fortalezas y necesidades. Promoviendo aprendizajes que favorezcan a su vida de relación social dentro de su núcleo familiar y otros contextos donde participe el concurrente. Cabe mencionar que valorar la participación de la persona con discapacidad severa en diferentes actividades permite descubrir su funciona-miento psicomotor en relación a la motivación particular de cada concurrente. Por lo contrario si sólo se valora a la persona con discapaci-dad severa según sus áreas de desarrollo, se centra la atención en la limitación de sus funciones y no en las posibilidades reales de participa-ción. Nuestra filosofía presenta como eje los procesos comunicativos, siendo una necesidad fundamental de todo individuo, ya que de ella de-penden las posibilidades de subjetivación e inclusión social. El conocimiento del ambiente físico y social donde vive el concurrente y los comportamientos comunicativos en diferentes contextos son fundamentales para valorar la comunicación y la detección de los factores ambientales que influyen en ellos. No se trata de realizar un abordaje para cada patología sino en contar con programas que permitan cubrir las necesidades reales de las per-sonas con retos múltiples y las de su familia. Para esto es indispensable el trabajo en equipo que garantice la eficacia del programa a través de la interacción de conocimientos entre las diferentes áreas disciplinares. Cabe mencionar que nuestros profesionales abordan a los concurrentes desde una filosofía basada en el intercambio de conocimientos acer-ca de sus respectivas disciplinas, conceptos y prácticas, estrategias y métodos que se integran en una propuesta que respeta la singularidad y se abre a la participación familiar. En función de lo antes explicitado es que elaboramos un Proyecto Individual del Funcionamiento, cuyos objetivos se definen en relación al concurrente y no según áreas disciplinares o del desarrollo. El apoyo, contención y orientación familiar constante favorece a la participación de la familia en la elaboración y seguimiento de cada pro-yecto y en la toma de decisiones. El trabajo conjunto familia-Institución favorece al desarrollo integral de cada sujeto con discapacidad des-de sus particularidades.

Actividades que se desarrollan

Servicios en el marco del Centro de Día



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